miércoles, 3 de agosto de 2011

SED

Me duele el alma de tanto anhelo

de tanto esperar mirando al cielo

seca mi tierra,seco mi suelo

mis manos llenas de desespero

seca mi tierra, que tanto quiero.

Lydia.

2 comentarios:

Haideé Iglesias dijo...

Qué tus lágrimas se conviertan el lluvia para alimentar el suelo. En la medida en que lo necesite y con la misma suavidad con la que tus lagrimas brotan y caen...
Un abrazo

bigudi dijo...

Haideé, que sean las lagrimas de alegria y felicidad de mucha gente,que sean muchas las tierras que se rieguen de cordura y que el fruto de ese abrazo sea la paz y el encuentro de lo verdaderamente racional.

Muchas gracias por pasarte por mi blog y dejarme este regalo,acabo de visitar los tuyos y ha sido un placer leerte y ver tus fotografias ,¨Newton se dejo una ley, la de la fuerza de la emotividad , que mueve el mundo.